En los últimos tiempos, los excesos son parte del folklore cotidiano. La información y los diversos consejos acerca de la salud, la alimentación y cómo vivir la vida, no quedan por fuera de eso.
Qué hacemos con toda la info que recibimos? Cómo hacemos para procesarla e incorporarla a nuestras vidas? Decenas de frases que nos alientan y estimulan a frenar, valorar, pensar, sin embargo, la cantidad de información constante, atenta contra poder procesarla.
Es raro, porque esa frase que intenta ayudar, en el maremoto de frases que intentan diariamente ayudar, pierde su efecto.
Cómo hacemos? Los que las leemos y los que las publicamos para que tengan valor y no se transformen en palabras sueltas?
Supongo que ese es el desafío de las personas hoy, frente a la inmensidad de información, consejos, frases, propuestas, productos, tecnología. Tomarse el tiempo para ver qué leer o escuchar o tomar de todo lo que se ofrece, que puede servirle a cada uno para prender la llamita del cambio.
La diversidad y la cantidad, pueden proveer y ayudar o también ahogar. Dependerá de lo que haga cada uno con la info que reciba si queda nutrido o ahogado!