Equilibra, nutre, relaja. Los pueblos que viven en contacto con ella encuentran allí alimentos, remedios y respuestas para distintos asuntos de la vida.
Tenemos la posibilidad de rescatar los recursos que nos brinda la naturaleza en nuestra vida cotidiana.
Proponemos aquí un vademécum natural.
Un lago, una montaña, un espacio verde, pueden actuar como un somnífero o un ansiolítico. La energía del sol, como un complejo vitamínico. Un atardecer enamora, caminar entre árboles oxigena, el mar arrulla, el horizonte calma, pisar la tierra fortalece el sistema inmune y despierta los sentidos. Los sonidos de los pájaros, el viento o la lluvia calman el bullicio interior de la mente. La naturaleza inspira y da sensación de bienestar. Su inmensidad nos muestra posibilidades y abundancia.
Sin embargo, muchas veces elegimos el complejo vitamínico en la farmacia y no el sol!! . Cuánto recurso tiene el ser humano a su mano y no lo considera!!!
Recordá incluir a la naturaleza entre tus recursos
Aunque vivamos en un barrio lleno de edificios, siempre vamos a encontrar un rayito de sol del cual nutrirnos.