Las Relaciones Entre Hermanos

Que tema!!!!!! Los hermanos!

Siempre me interesó este vínculo. Tan cercano en la infancia y a veces tan lejano en la edad adulta. ¿Tienen que ver los padres en cómo se arma ese vínculo? ¿Qué sucede en la vida, para que en ocasiones, ese vínculo, cambie tanto entre la infancia y la adultez? La convivencia, el crecimiento, las modificaciones de estilo e intereses, contribuyen a estos cambios. A mi entender, la relación entre hermanos atraviesa momentos intensos y diversos a lo largo de la vida. Desde la convivencia durante la infancia hasta cuando en la adultez, cada uno armó su propia familia y encontró su propio modo de ser en el mundo. Es imposible describir la infinidad de sensaciones que se generan en esta relación. Ni que hablar si se trata de hermanos mellizos o gemelos. La convivencia, el amor, los celos, la competencia, la historia, el compartir los padres, son ingredientes de la relación de hermanos. Los padres influyen en el armado de esta relación. No solo en lo que hacen, sino también en lo que piensan. Si a todos los hijos, hay que darles exactamente lo mismo, posiblemente, la competencia, sea un factor determinante entre hermanos. Si los padres escuchan la individualidad de cada uno, e incluso aceptan, que aunque son los mismos padres, cada padre es padre diferente, con cada uno de los hijos, posiblemente algo de las posibilidades de desarrollo de cada uno sea independiente del desarrollo del hermano. Sin darme cuenta, para hablar de los hermanos, estoy hablando de los padres. Evidentemente hay algo de la intervención de ellos, que seguramente moldee la relación. Pero también hay avatares de la vida, a los que cada grupo de hermanos, elegirá como reaccionar. El que triunfa y es exitoso, él que se ocupa de los padres, el que se relaja en el otro… Y otra vez me encuentro escribiendo en alternancia. ¿Porque no dos exitosos? Hay algo de la idea de lugar para uno, que interfiere en el vínculo de los hermanos.

Nos deseo como padres, reconocer la individualidad de cada uno de nuestros hijos y habilitar varios lugares simultáneos tanto desde nuestro discurso manifiesto como internamente. Que podamos reconocer que con cada hijo, somos padres diferentes, aunque los amemos por igual.

Posiblemente, esta posición paterna, habilite varios lugares en simultáneo y no solo uno para pulsear y competir. Los hijos no lo saben, pero el amor de padre, se multiplica, no se divide.

Continuará…..