Como Tomar Las Mejores Decisiones

Los especialistas sostienen que diariamente solemos tomar de 10.000 a 40.000 determinaciones, las cuales pueden ocasionarnos agotamiento mental que repercute en nuestras actividades laborales y personales.

En todo momento nos encontramos ante el desafío de tener que elegir entre cosas simples como, por ejemplo: qué ropa ponernos para ir a trabajar; qué serie ver en Nétflix; o si asistimos o no a un evento.

Pero también están las decisiones más complejas como qué carrera universitaria vamos a estudiar, ser o no ser padres, cambiar de trabajo, mudarnos de ciudad, entre otras. Son decisiones que más esfuerzo nos requieren porque se trata de grandes cambios en nuestras vidas.

El miedo al fracaso, la falta de confianza para resolver los problemas, el temor de no estar a la altura de las circunstancias, depender constantemente de otras personas, falta de madurez y el miedo a los resultados muchas veces nos dificultan la toma de decisiones definitivas y nos ocupa más espacio en la cabeza de lo que podríamos imaginar.

El miedo al fracaso, la falta de confianza para resolver los problemas, el temor de no estar a la altura de las circunstancias, depender constantemente de otras personas, falta de madurez y el miedo a los resultados muchas veces nos dificultan la toma de decisiones definitivas y nos ocupa más espacio en la cabeza de lo que podríamos imaginar.

El miedo al fracaso, la falta de confianza para resolver los problemas, el temor de no estar a la altura de las circunstancias, depender constantemente de otras personas, falta de madurez y el miedo a los resultados muchas veces nos dificultan la toma de decisiones definitivas y nos ocupa más espacio en la cabeza de lo que podríamos imaginar.

“A mi entender lo principal que se pone en juego al momento de decidir es la sensación de arraigo. Cuando uno elige, decide, se instala, se arraiga a la situación de que se trate, dejando por fuera otras posibilidades. A muchas personas les cuesta arraigar porque sienten que si arraigan, definen y si definen se estancan, pero no se dan cuenta que arraigar no es un encierro, sino un punto de partida para desarrollarse y florecer”, le explica a Clarín Marisa Ludmer, licenciada en Psicología, Especialista en niños, adolescentes, adultos y familias.

Lo principal que se pone en juego al momento de decidir es la sensación de arraigo. Cuando uno elige, decide, se instala, se arraiga a la situación de que se trate, dejando por fuera otras posibilidades. A muchas personas les cuesta arraigar porque sienten que si arraigan, definen y si definen se estancan, pero no se dan cuenta que arraigar no es un encierro, sino un punto de partida para desarrollarse y florecer

Lic. Marisa Ludmer

PISCÓLOGA, ESPECIALISTA EN NIÑOS, ADOLESCENTES, ADULTOS Y FAMILIAS.

“El hecho de tomar decisiones nos requiere una pérdida de energía porque solemos atacar varias puntas al mismo tiempo en lugar de resolver uno de los temas y luego pasar al siguiente. A su vez, el proceso de elegir una cosa u otra, nos obliga a evaluar nueva información, compararla con experiencias pasadas y considerar los pros y contras de los múltiples resultados, a veces esta dinámica es la que nos produce un gran cansancio. Sin embargo, cuando efectivamente tomamos una decisión se da por finalizado ese proceso a veces angustiante y se convierte en uno muy gratificante”, sostiene por su parte Ana Sordo, licenciada en Marketing y Manager de Marketing en HubSpot para LatAm e Iberia, una plataforma que permite optimizar tiempos para conseguir mejores resultados.

Las 4 ventanas

Jorge Amado Yunes, abogado, mediador prejudicial y conciliador de consumo con mucha experiencia en cuestiones relacionadas con la resolución de diferentes tipos de conflictos, sostiene que hay cuatro ventanas que necesitamos habilitar para tomar buenas decisiones y ser verdaderos protagonistas de nuestras historias:

  1. Ventana del oído,
  2. Ventana de la palabra,
  3. Ventana de los ojos
  4. Ventana del corazón.

“Comenzá a abrazar más que nunca. No dejes de sentir aromas, no abandones el efecto tu piel de gallina. Buscá esos lugares donde tu corazón pueda latir al ritmo de la eternidad. Buscá ayuda si estás inhabilitado, no te quedes ahí sentado, hay muchos ahí afuera con ganas de ayudar. Abrí tu oído para escuchar esa voz y no solamente la tuya, sino la de ellos, quienes te rodean, tu familia, tus amigos. Pedí permiso y hablá, verbaliza, no te guardes broncas, buscá el momento”, recomienda Yunes, autor de Conflicto Resuelto, un libro donde a través de cartas sencillas y sentidas aparece la conciliación como elemento clave.

El hecho de tomar decisiones nos requiere una pérdida de energía porque solemos atacar varias puntas al mismo tiempo en lugar de resolver uno de los temas y luego pasar al siguiente.

El hecho de tomar decisiones nos requiere una pérdida de energía porque solemos atacar varias puntas al mismo tiempo en lugar de resolver uno de los temas y luego pasar al siguiente.

Hay decisiones más importantes y definitorias que otras. Para decidir uno tiene que tener conocimiento de qué está eligiendo, por qué lo elige, qué logra con esa decisión, a qué aspira y qué consecuencias puede tener.

“Es importante decidir conectado con uno mismo y no con lo que esperan los demás. Y cuando digo conectado con uno mismo, me refiero, a decidir por lo que uno siente o necesita y no por lo que tiene que decidir. Puede ser el objeto más valioso, pero si nos va a perjudicar en nuestros propios intereses, por ahí uno decide no elegirlo”, recomienda Ludmer.

Las decisiones en soledad o en grupo siempre dependerán de lo que venimos construyendo en nuestra faz interna emocional. No importa si estemos rodeados de amigos o en una isla desierta, lo que importa es el corazón roto por las circunstancias de la vida. Hacer terapia es bueno, pero no te hará más fuerte, sino logras encontrar los recursos para tomar decisiones. Lo importante ante la toma de decisiones es pedir ayuda a tiempo. Mi consejo sería: pedí ayuda si la decisión que vas a tomar no tiene toda la luz que necesita tu corazón para ponerla en práctica. Y si ya tomaste la decisión, pero te sentís vacío, pedí ayuda igual, no transites solo tu soledad

Jorge Amado Yunes

ABOGADO, MEDIADOR PREJUDICIAL Y CONCILIADOR DE CONSUMO

Sordo explica que es importante tomar las grandes decisiones por la mañana ya que durante la noche solemos estar más desconectados lo que nos permite dormir mejor y al día siguiente estaremos en el momento ideal, frescos y sin presiones.

Además, la licenciada recomienda la utilización gratuita de la tecnología en nuestros negocios o emprendimientos como:

  • administración de contactos,
  • prioridad de tareas y actividades,
  • formularios, entre muchas otras.

“Hoy es, sin dudas, un aliado ideal para optimizar nuestro tiempo y sacar el mejor provecho de cada decisión tomada. Herramientas que automatizan muchas actividades en las que tardaríamos mucho tiempo. Todo minuto ahorrado, es tiempo dedicado a relajar la mente y sentirse a gusto con nosotros mismos”, aconseja Sordo.

La infuencia del entorno en las toma de decisiones

Sin lugar a dudas, muchas veces el entorno (pareja, familia, amigos, compañeros de trabajo, etc) influye a la hora de tener que tomar estas elecciones que pueden marcar un antes y un después en nuestras vidas.

“Las decisiones en soledad o en grupo siempre dependerán de lo que venimos construyendo en nuestra faz interna emocional. No importa si estemos rodeados de amigos o en una isla desierta, lo que importa es el corazón roto por las circunstancias de la vida. Hacer terapia es bueno, pero no te hará más fuerte, sino logras encontrar los recursos para tomar decisiones. Lo importante ante la toma de decisiones es pedir ayuda a tiempo. Mi consejo sería: pedí ayuda si la decisión que vas a tomar no tiene toda la luz que necesita tu corazón para ponerla en práctica. Y si ya tomaste la decisión, pero te sentís vacío, pedí ayuda igual, no transites solo tu soledad”, afirma Yunes.

Decisiones en sintonía con uno mismo

Para Ludmer, antes de tomar una decisión lo fundamental es ponerse a pensar en cuál es el deseo, si la elección es para avanzar o no en algún aspecto de la vida y si ese cambio es al servicio de uno mismo o de terceros. “Es importante que evalúen posibles riesgos y costos familiares y sociales de lo que decidan y que las mejores decisiones son aquellas que se deciden sintonizadas con uno mismo y no con el entorno que a uno le rodea. En general, cuando las decisiones son tomadas en sintonía con uno mismo, a pesar de los temores que pueda suscitar lo novedoso, la sensación es de alivio”, sostiene Ludmer.

Es importante estar dispuesto a animarse. Hay decisiones más simples, como elegir qué ponerse, y decisiones más complejas, como emprender en un negocio nuevo. Sin embargo, ambas nos ocupan espacio en la mente y la suma de todas ellas puede evitarnos tomar una gran decisión por miedo al futuro. El futuro es, sin dudas, incierto. Sin embargo, sin probar algo nuevo tampoco sabremos qué tan bueno será. Luego de afrontar esta primera etapa, recomendamos adoptar una rutina organizada para optimizar los tiempos mentales que nos requiere cada toma de decisión y entender la jerarquía que tienen esas decisiones en nuestra vida. Es decir, medir el impacto posible en sus pros y contras, nos permite relajarnos y alcanzar mejores resultados: anímicos en lo personal y profesional

Lic. Ana Sordo

MANAGER DE MARKETING EN HUBSPOT PARA LATAM E IBERIA, UNA PLATAFORMA QUE PERMITE OPTIMIZAR TIEMPOS PARA CONSEGUIR MEJORES RESULTADOS.

Para Sordo, a la hora de tomar elecciones acertadas es importante dormir bien o tomar una siesta, no tomar decisiones cuando los sentimientos están al tope, no saltarse comidas y llevar a cabo una rutina saludable, reducir las distracciones, como el uso de varios dispositivos en simultáneo o superponer actividades, pensar las consecuencias de nuestras decisiones en la comunidad en la que pertenecemos y tomar las decisiones con la información que se tiene a la mano en el momento.

“Es importante estar dispuesto a animarse. Hay decisiones más simples, como elegir qué ponerse, y decisiones más complejas, como emprender en un negocio nuevo. Sin embargo, ambas nos ocupan espacio en la mente y la suma de todas ellas puede evitarnos tomar una gran decisión por miedo al futuro. El futuro es, sin dudas, incierto. Sin embargo, sin probar algo nuevo tampoco sabremos qué tan bueno será. Luego de afrontar esta primera etapa, recomendamos adoptar una rutina organizada para optimizar los tiempos mentales que nos requiere cada toma de decisión y entender la jerarquía que tienen esas decisiones en nuestra vida. Es decir, medir el impacto posible en sus pros y contras, nos permite relajarnos y alcanzar mejores resultados: anímicos en lo personal y profesional”, concluye Sordo.