En el último encuentro con una gran Maestra y un grupo de colegas, decidimos charlar acerca de la conversación. ¿De qué hablamos cuando hablamos de conversar? Tan simple y obvio, pero complejo a la vez. ¿Sabemos de qué se trata conversar? ¿Hablar por turnos? ¿Escucharnos? ¿Contar cada uno su historia?
La conversación se produce en un encuentro. Produce algo novedoso, diferente, único, producto de ese espacio tiempo, de ese clima de diálogo generado donde surge un saber, una experiencia, una novedad.
Conversar y contar no es lo mismo. Tampoco es lo mismo conversar qué preguntar. ¿Cuántas veces con nuestros hijos queremos entablar conversación y en lugar de ello surge un cuestionario? Invitar al diálogo, es muy distinto que hacer preguntas.
Cuando uno conversa se produce un clima de confianza donde uno se enriquece con la opinión del otro e incluso a veces, se entera de un modo de pensar que uno desconocía. La conversación implica algo de incertidumbre. Uno no sabe por qué derroteros circulará y nos estimula para dejar el propio guión de lado y dar cabida a lo nuevo que aparece. La conversación es una producción novedosa e irrepetible. Es una experiencia de juego y de fluidez.
Nos invito a vivir la aventura de la conversación.
Lic. Marisa Ludmer