Ser joven o viejo no depende de la edad cronológica que uno tenga sino de cómo uno se ubique en la vida. Muchas veces hay un desfasaje muy grande entre lo mental, lo emocional y lo corporal. Por supuesto que la salud y el modo en que sentimos nuestro propio cuerpo influye en la sensación de juventud o vejez.
Hay niños que se comportan como ancianos y gente mayor que vive como si fuera joven. ¿A qué me refiero con ser joven? A tener ideales, intereses, hacer algo que nos nutra y alimente. Ser joven es encontrar un sentido propio a la vida. Y esto no depende de la edad que uno tenga. Muchas veces la edad cronológica nos frena y nos dice, ya está, no podes pensar más en el futuro y eso es mentira.
Esta pandemia favoreció la sinonimia vejez y edad y en ese sentido resultó perjudicial. Vejez y edad no son sinónimos! Mi gran maestra, Janine Puget, falleció a los 94 años. Tenía un problema respiratorio importante y aún así siguió pensando y trabajando lúcidamente hasta el último día. El trabajo que presentó en el último congreso internacional hablaba de futuro y una semana antes de morir seguía pensando en como hacer para dialogar con otros y aceptar la diferencia. Ni la dificultad respiratoria ni la edad la detuvieron el seguir pensando, desarrollando y produciendo.
La abuela de una amiga que cumplió 101 años. Hasta los 100 años viajaba en colectivo y dejó de hacerlo porque la pandemia se lo impidió. ¿Cuál es la juventud y cuál es la vejez? Nos detenemos en los límites que nos aparecen y nos quedamos en posición pasiva esperando que se vayan o nos ubicamos frente a esas vallas y vemos como atravesarlas? Podría citar un montón de ejemplos más que nos abren la cabeza. Ser jóvenes o viejos no lo decide el afuera ni la sociedad. Lo decide uno mismo!!!
Lic. Marisa Ludmer