El otro día me llamó una amiga y me dijo. Quiero meditar, pero no sé qué es ni a dónde ir y supuso que yo podría orientarla. Sabe que me intereso por estos temas, pero que no son mi especialidad. Me parecía una pregunta compleja y que para recomendarle que hacer y dónde, primero teníamos que tomar un cafe y saber que quería, que pensaba y necesitaba.
Las personas, necesitamos parar, respirar, reflexionar. El modo de vida actual, por lo menos el de la ciudad, nos lleva a correr sin parar, a hacer millones de cosas en un día y cuando nos dimos cuenta, el día pasó y ni siquiera respiramos.
La idea de meditar, de la forma que cada uno quiera y pueda, adhiere a la idea de pausa, de parar y reflexionar, de esa famosa vieja propaganda me tomo 5 minutos y me tomo un te. Dedicándonos un espacio y tiempo a nosotros mismos, nuestra mente y nuestro cuerpo se aquietan y nuestras acciones se vuelven más eficientes.
Hay muchas formas de meditar. Puede ser a través de la danza, sentados o acostados. En una meditación dirigida, con mantras, en una clase de yoga, simplemente escuchando nuestra respiración o guardando silencio conectado con uno mismo. Solo, con un grupo de gente,… y asi podria seguir la lista.
Hoy la meditación está de moda. No solo por moda, sino también, porque a la gente que practica algún modo de meditación, se le nota en la actitud y en el modo de encarar la vida y eso contagia e intriga a los demás, en una época donde el bienestar emocional, mental y corporal, tiene un valor muy importante.
Todos dicen que hay que meditar. Que es muy bueno para la salud, para el stress,
para las enfermedades. Pero como se hace?
Propongo bucear en el menú de posibilidades para meditar actual que es muy variado y elegir la opción que uno sienta le puede resultar cómoda. Esta práctica es sencilla y fácil de implementar. No se trata de situaciones extravagantes, ni escenarios sofisticados.Se trata de encontrarse con uno mismo, con sus gustos, con el propio cuerpo y con las sensaciones, incluyendo un espacio propio, de a ratos por fuera de nuestro trajín cotidiano y dándonos el respiro necesario para continuarlo.
Lic. Marisa Ludmer